La Internacionalización de las instituciones es un proceso global en un mundo global, que afecta a todas las personas e instituciones independientemente del hecho de que estas sean conscientes o no de dicha influencia. Tomando como definición operativa de internacionalización de cualquier ente u organismo “el conjunto de actividades que el organismo desarrolla fuera de los ámbitos nacionales que constituyen su entorno geográfico natural”, esta definición implica, en el caso de la Universidad, que ésa tiene entre sus objetivos expandir su ámbito de actuación más allá de las fronteras geográficas e interaccionar con otras Universidades y con Organismos públicos o privados.
En el contexto de la Educación Superior, este hecho tiene profundas implicaciones pues antes de planificar o poder realizar cualquier actuación conjunta es necesario conocer bien la realidad del otro. En el caso de las Universidades, es necesario ver cómo se pueden armonizar los sistemas educativos de cada parte, de forma que se puedan establecer proyectos educativos conjuntos que permitan el intercambio de personal (alumnos, docentes, investigadores, personal de administración y servicios), el flujo de ideas y la planificación de actuaciones conjuntas en todos los campos. Pero no solo eso. Junto con la docencia, e íntimamente relacionada con ella a través de los programas de máster y doctorado, la I+D+i es el otro pilar fundamental de la Universidad. La generación de nuevo conocimiento y la formación de profesionales de alta cualificación capaces de generarlo es una de las misiones fundamentales de la Universidad.
Hoy, más que nunca, la investigación más avanzada se realiza en entornos de trabajo multidisciplinares, que implican a grupos de investigación de distintas áreas, Universidades y países. La generación de las redes y lazos que permitan tal interacción serán la diferencia para que una Universidad moderna pueda situarse con ventaja en el panorama internacional. La formación de estos lazos, de estos vínculos, y de las herramientas administrativas necesarias para facilitarlos, así como la formulación de una propuesta de acción con unos objetivos claros y definidos, acordes con las características diferenciadoras y con las fortalezas de cada Universidad, han de ser las guías de acción que permitan una efectiva internacionalización de la Universidad.
La Internacionalización, pues, no es un proceso que pueda compartimentarse en campos dedicados a la docencia, la investigación, la cooperación o la cultura. Es un proceso que lo permea todo y que afecta a todos los ámbitos de la actividad de la Universidad. La Universidad de Cádiz no permanece ajena a esta necesidad y la plantea como uno de los ejes estratégicos de su política universitaria, en aras de favorecer el flujo de personas e ideas, no solo del establecimiento de vínculos, sino también la realización de programas con unos objetivos comunes.
En el caso de la Universidad de Cádiz, son señas diferenciadoras su posición geoestratégica, a caballo entre Europa y África, y sus fuertes vínculos culturales con Latinoamérica. Asimismo, su participación en dos Campus Internacionales de Excelencia con temáticas muy vinculadas a la idiosincrasia de la comunidad autónoma andaluza (el mar y la agricultura) y su oferta académica diferenciada en determinados aspectos.
La Universidad de Cádiz durante el curso 2013-2014 ha mantenido y afianzado sus lazos con Iberoamérica, Europa y el Mediterráneo y ha expandido su actuación hacia nuevas zonas en Estados Unidos, Europa del Este, Rusia y las repúblicas ex-soviéticas.
En este marco, son herramientas fundamentales la implementación de programas y acuerdos de movilidad (propios, nacionales o supranacionales) o la adhesión a programas supranacionales ya existentes, los proyectos multilaterales (tanto de investigación como de cooperación académica) y el trabajo a través de redes temáticas ya establecidas o la creación o adhesión a otras nuevas, en muchos casos lideradas por la propia Universidad de Cádiz.
Durante el año 2013-14 se ha producido la aprobación para el periodo 2014-2020 y la consiguiente puesta en marcha del nuevo programa “Erasmus+”. Este hecho ha tenido importantes implicaciones, no solo en la movilidad de y hacia Europa, sino también en las convocatorias de proyectos y en la estructura de éstos. Durante el curso pasado la UCA solicitó la renovación de su carta Erasmus (“Erasmus Charter”) en la que ha tenido que establecer los ejes centrales de su política internacional para los próximos 7 años y que ha recibido durante este curso la aprobación de la Comisión Europea. En dicha carta se han establecido cuatro líneas prioritarias de acción:
En este esquema de actuación, las Aulas Universitarias (Iberoamericana, Hispano-Rusa y del Estrecho) y la acción de promoción del español a través del Centro Superior de Lenguas Modernas son ejes fundamentales de la proyección de la UCA hacia el exterior. Este compromiso de la UCA con el programa Erasmus+ identifica, además, claramente como líneas de actuación la interconexión entre la docencia, la movilidad y la investigación a través de los programas de máster y la cooperación en programas de doctorado (co-tutelas, programas dobles). Los resultados se presentarán bajo los siguientes epígrafes: